Blog Post

¿Qué color y calidad nutricional tienen las frutas y verduras recién cortadas?

Las frutas y verduras son una fuente de nutrientes esenciales tanto macronutrientes, como fibra y carbohidratos, como micronutrientes, que incluyen vitaminas como la C, el complejo B (tiamina, riboflavina, B6, niacina, folato), A, E, minerales y compuestos. menos estudiados como los polifenoles, carotenoides y glucosinolatos. Estos nutrientes son fundamentales para una dieta saludable, lo que ha llevado a un creciente interés en la industria alimentaria, ya que los consumidores buscan productos con alto valor nutritivo. Para cumplir con estas expectativas, muchos productos alimenticios son fortificados con vitaminas y minerales. Por ejemplo, a los jugos de frutas se les suele añadir vitamina C para mejorar su valor nutricional. Sin embargo, esta vitamina puede afectar la estabilidad de otros compuestos en el jugo, como las antocianinas, lo que provoca un cambio en el color y potencialmente reducir la aceptación del producto por parte de los consumidores, dado que el color es un parámetro clave de calidad en los jugos.

El color en frutas y verduras proviene de los pigmentos naturales que cambian durante el proceso de maduración de la planta. Entre estos pigmentos están las clorofilas, que aportan el color verde, los carotenoides, responsables de los colores amarillo, naranja y rojo, y las antocianinas, que proporcionan tonos rojos y azules. También están los flavonoides, que aportan color amarillo, y las betalaínas, que dan colores rojos. 

La apariencia de las frutas y verduras está influenciada por varios factores físicos, como el tamaño, la forma, la integridad, la presencia de defectos (magulladuras, manchas), el brillo y la consistencia. El tamaño y la forma de los productos pueden depender del tipo de cultivo, el grado de madurez, las condiciones de cultivo y los insumos utilizados. La uniformidad en tamaño y forma es valorada por los consumidores, ya que a menudo se asocia un mayor tamaño con mejor calidad. La integridad y la ausencia de defectos también son importantes, y factores como las enfermedades, insectos y métodos de cosecha (manual o mecánico) pueden afectar la calidad física de los productos. El brillo, que se relaciona con la capacidad de reflejar la luz, es otro factor que influye en la percepción de frescura. El contenido de humedad y la cera en la superficie afectan el brillo, que disminuye con el tiempo y las manipulaciones poscosecha.

Los consumidores esperan que las frutas y verduras frescas sean ricas en fibra, vitaminas y minerales. Sin embargo, no pueden distinguir visualmente los productos con mayor o menor contenido de fitonutrientes. El contenido nutricional depende de factores como la genética, las condiciones de crecimiento (luz, temperatura), prácticas de producción (riego, fertilización), madurez en el momento de la cosecha y manejo poscosecha. Durante el almacenamiento, la fibra y los minerales permanecen relativamente estables, pero las vitaminas, especialmente la vitamina C, tienden a degradarse rápidamente. Esta vitamina es particularmente inestable en vegetales como los espárragos y el chile jalapeño, lo que la convierte en un indicador útil de frescura. El corte de frutas y verduras acelera la pérdida de vitaminas al estimular la producción de etileno, que aumenta la respiración y la senescencia.

Para medir la calidad de las frutas y verduras recién cortadas, se pueden usar métodos sensoriales e instrumentales. Los métodos sensoriales, que implican la evaluación por paneles entrenados o consumidores, son útiles para desarrollar nuevos productos y establecer estándares. Los métodos instrumentales, por otro lado, son más precisos y adecuados para el control rutinario de calidad. Estos incluyen dispositivos como colorímetros y espectrofotómetros, que miden el color de manera objetiva y pueden correlacionarse con la percepción visual humana. Los colorímetros son herramientas robustas para la medición rutinaria de calidad, mientras que los espectrofotómetros ofrecen un análisis detallado de las propiedades reflectantes y transmisores de los productos.

El color de las frutas y verduras también puede analizarse a nivel químico, mediante técnicas como la extracción con disolventes, la cromatografía líquida de alta resolución (HPLC) y la espectrofotometría. Estos métodos permiten cuantificar los pigmentos presentes, como el β-caroteno y el licopeno. El brillo, tamaño, forma y la presencia de defectos también pueden medirse instrumentalmente. En el caso de los defectos, puede ser útil emplear un sistema de puntuación visual apoyado por fotografías para cuantificar la gravedad de los mismos.

Related Posts

¿Cómo se establecen los estándares de color en la industria cerámica?

El proceso de fabricación de baldosas cerámicas implica una serie de pasos complejos que

Abrir chat
1
¿Necesita ayuda?
AQ instruments
Hola 👋
Bienvenido a AQ instruments, ¿en qué podemos ayudarle?